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Si se restaura el manglar, todos se benefician

(c) Blanche Blakassi

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Benín – Los manglares son ecosistemas ricos, pero suelen estar amenazados por la tala. Por este motivo, en el sur de Benín, Join For Water trabaja en una tarea doble: restaurar los manglares y proporcionar una alternativa para la necesidad de madera.

Los manglares están formados por mangles o arbustos y solo se encuentran en las costas tropicales y los deltas de los ríos. Poseen una gran importancia para las personas y el medio ambiente: proporcionan madera a los seres humanos, evitan que el agua salada penetre en las zonas de agua dulce y protegen las costas de las inundaciones, las tormentas y la erosión. Además, ofrecen un hábitat para especies valiosas de peces y mariscos. Los manglares también son sumideros de carbono, lo que quiere decir que absorben más CO2 del que emiten. A nivel mundial, por tanto, los manglares desempeñan un papel crucial a la hora de neutralizar las emisiones de CO2.

Debido a sus numerosas funciones, la conservación y restauración de los manglares es una solución basada en la naturaleza para combatir las consecuencias del cambio climático.

En la parte sur del municipio de Aguégués, hasta los años 80 había bosques de manglares en las orillas del Ouémé y del lago Nokoué. Prácticamente han desaparecido desde que se talaron para obtener madera. Desde entonces, en la región se han instalado acadjas. La acadja es una técnica de acuicultura tradicional típica de esta región. Las acadjas son una especie de parques creados con ramas serradas en aguas poco profundas con el fin de crear un hábitat para determinadas especies de peces.

Join For Water trabajó con los habitantes del municipio de Aguégués en la restauración del manglar y la búsqueda de una alternativa a la tala para que el nuevo bosque de mangles no vuelva a verse amenazado. La propia comunidad contactó con Join For Water para unir fuerzas. Ambos entablamos un diálogo para planificar todo y encontrar juntos soluciones sostenibles.

El resultado fue impresionante: se replantó un terreno de 8 hectáreas con mangles y otro de 13 hectáreas con árboles de rápido crecimiento, como acacias, bambú y eucaliptos. Estos servirán como leña y material de construcción. Por supuesto, estas actividades concretas estuvieron precedidas por una gran cantidad de consultas, sensibilización y formación sobre técnicas de mantenimiento. En cada pueblo, un comité ciudadano supervisará que se cumplan las medidas de restauración. La sostenibilidad de un proyecto como este solamente se puede garantizar con un plan sólido.

Samuel

Uno de los participantes fue Samuel Ahouansou, un pescador de 52 años con una gran familia de 10 hijos. Samuel cuenta: «En el pueblo no nos quedaba madera para hacer fuego, y la zona donde plantábamos árboles jóvenes no había prosperado; todos y todo pasaban por allí, incluso las vacas. Yo ayudé a plantar los árboles… Join For Water nos guió bien desde el principio. Eso nos motivó, porque nos dieron explicaciones y vimos que se hacía un seguimiento del proyecto. También recibimos una remuneración por nuestro trabajo. Otro aspecto muy positivo es que se ha impartido formación sobre la importancia de los manglares y la creación de viveros de árboles. Así podremos seguir protegiendo, manteniendo y gestionando el terreno en el futuro. En los próximos años tendremos leña, sombra y madera para construir nuestras casas. También nos estamos organizando para continuar con el trabajo; por ejemplo, hemos utilizado una parte de nuestra remuneración para seguir acondicionando el terreno y comprar más plantas. El proyecto ha mejorado las condiciones de vida y el suministro de alimentos de nuestra familia, porque hemos recibido ingresos. Los árboles plantados son una riqueza que beneficiará a nuestra generación y las venideras.

Por último: ¿algunas cifras?

  • 800 miembros de la comunidad local participaron en las actividades,  entre ellos 126 mujeres;
  • Se plantaron 18 500 plantones de mangle en una superficie de 8 hectáreas;
  • Se plantaron 32°500 plantones de acacia, bambú y eucalipto en una superficie de 13 hectáreas.

Ahora les toca a los árboles: los plantones crecerán y adoptarán su papel en la naturaleza.