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Los agricultores de Haití sienten el cambio climático

(c) Dieter Telemans

Haití – En Haití, las precipitaciones medias anuales son de 1400 mm, pero hay fluctuaciones considerables. En algunas regiones llueve más o menos que en otras, y los periodos en los que llueve también varían mucho. La cantidad de agua no satisface las necesidades humanas ni las de los ecosistemas. 

Con una disponibilidad de agua de unos 1100 m³ por persona y año, Haití se considera un país con estrés hídrico. Las previsiones para 2050, calculando que la población de Haití será de unos 20 millones de habitantes, indican que la cantidad de agua disponible por persona se reducirá a 700 m³/año, si la cantidad de agua renovable se mantiene constante. En tal caso, el país se enfrentará a una grave escasez de agua.

Por tanto, el agua es un problema crucial en Haití, pues el cambio climático ya se siente claramente en el país. En especial en el departamento del noroeste, donde las precipitaciones medias anuales solo son de 800 mm.

Honoré Misselet es un agricultor de Poste Métier, en la cuenca del río Moustiques, al noroeste. Desde hace algunos años, es miembro de la asociación de regantes de la cuenca del Moustiques y, desde 2018, también forma parte de la junta directiva. En la gran llanura del Moustiques, Honoré, como la mayoría de agricultores, cultiva una amplia variedad de cultivos alimenticios, como plátanos, alubias, maíz, tubérculos… Al preguntarle si el cambio climático afecta a sus actividades, el señor Misselet responde, sin dudarlo: «Sí». Desde hace algunos años, ha notado un aumento de la temperatura, así como sequías más prolongadas y frecuentes. Se ha hecho difícil cosechar maíz dos veces al año. Ahora el objetivo es plantar «de forma inteligente» para aprovechar al máximo las precipitaciones. Y las variedades que se plantan ahora son más resistentes a la escasez de precipitaciones.

Para ayudar a los agricultores de la llanura del Moustiques, Join For Water y su socio ODRINO están cavando pozos y reforzando los canales de riego de tierra ya existentes con hormigón. Construir canales hormigonados evita que el agua se infiltre en el suelo demasiado rápido. Además, el agua llega más rápido a las parcelas, con lo que se pierde menos agua. Join For Water recibió apoyo financiero para estas tareas de la provincia del Brabante Flamenco, entre otros.

Honoré Misselet está contento con el apoyo de ODRINO y Join For Water, ya que el agua es el mayor problema de los agricultores. El principal reto consiste en retener la lluvia el mayor tiempo posible en las masas de aguas superficiales o en los depósitos subterráneos. Por eso también resultaría útil la construcción de un pequeño lago artificial en las colinas. Si este se encontrase cerca del perímetro de riego, se podría tener acceso fácil al agua.

Esta solución se debe estudiar mejor a largo plazo, pues en este momento el agua de los pozos de la zona ya está afectada por la salinización. Este fenómeno probablemente se deba a la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos. Esto hace que el agua salada del mar penetre fácilmente en los acuíferos subterráneos y contamina los recursos de agua dulce, con lo que el agua extraída no es apta para el consumo. Es posible que este fenómeno se agrave en el futuro debido a un mayor aumento del nivel del mar.

El cambio climático es, pues, una realidad en la llanura del Moustiques, con consecuencias negativas para la producción agrícola y el suministro de alimentos. Además, la degradación del medio ambiente en las cuencas hidrográficas repercute negativamente en la regulación del caudal de los manantiales y ríos, así como en la reposición de las capas freáticas. Pero, si sigue habiendo agua disponible, Honoré Misselet cree que sus 4 hijos podrán seguir viviendo con él cerca del Moustiques y no tendrán que emigrar a Puerto Príncipe o incluso a Santo Domingo, en la República Dominicana.

 

Texto : Céline Jacmain / Join For Water