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el cambio climático está remodelando el río

Lo que sucede en el río Mayo-Chinchipe no se queda en los Andes. El agua que fluye a través de sus bosques, granjas y aldeas transporta tanto los desafíos como el potencial para construir un futuro más resiliente para toda la Amazonía.  (c) Kim Vercruysse

De los Andes al Amazonas: cómo el cambio climático está remodelando el río Mayo-Chinchipe  

Cambio climático en la cuenca del Amazonas  

En toda la cuenca del Amazonas, el cambio climático ya está provocando transformaciones en los sistemas hídricos, los ecosistemas y las condiciones de vida. Las graves sequías, como las de 2005, 2010 y 2023-2024, han provocado mínimos históricos en los niveles de los ríos, lo que ha interrumpido el transporte, aislado a las comunidades y provocado mortandades masivas de fauna silvestre. Mientras tanto, la deforestación y la erosión generalizadas en la Amazonia occidental han aumentado la descarga de sedimentos en los ríos, desestabilizando los ecosistemas acuáticos y comprometiendo la calidad del agua en cuencas hidrográficas enteras. Estos impactos interconectados muestran cómo el estrés relacionado con el agua ya no está confinada a zonas remotas, sino que afecta tanto a las zonas urbanas como a las comunidades rurales de toda la cuenca.  

Desde el Amazonas hasta el Mayo-Chinchipe: una realidad climática compartida  

El río Mayo-Chinchipe es uno de los muchos afluentes que desembocan en el Amazonas a través del río Marañón. Aunque es relativamente pequeño, refleja muchas de las vulnerabilidades hídricas que se observan en toda la cuenca. Este río binacional, rico en biodiversidad y recursos hídricos, se enfrenta un estrés climático cada vez mayor, que afecta a las comunidades que dependen de sus servicios ecosistémicos.  

La experiencia de Protos Andes en el trabajo de campo con las comunidades de la cuenca hidrográfica de Mayo-Chinchipe proporciona una valiosa perspectiva sobre cómo el cambio climático está afectando a nivel local. Tres impactos climáticos clave han surgido de especial preocupación en esta región andina: (1) alteración de los patrones de lluvia, (2) aumento de las temperaturas y (3) disminución de la calidad del agua que afecta a la naturaleza y a la salud pública.  

  1. Alteración de los patrones de lluvia 

En la cuenca de Mayo-Chinchipe, los patrones de lluvia estacionales se han vuelto notablemente impredecibles. Las comunidades que trabajan con Protos Andes informan de que las estaciones lluviosas y secas, antes predecibles, se han vuelto cada vez más erráticos. Esta imprevisibilidad plantea serios desafíos a los pequeños agricultores de la cuenca, muchos de los cuales dependen de las lluvias para el maíz y otros cultivos y carecen de acceso a sistemas de riego. En 2024, la región experimentó más de 100 días secos consecutivos, un evento sin precedentes que puso a prueba el ganado, dañó los cultivos y llevó a los sistemas locales de agua al borde del racionamiento.  

Este fenómeno refleja tendencias de sequía más amplias en toda la Amazonía. En Brasil, las sequías de 2005, 2010 y 2023 provocaron meses de niveles anormalmente bajos en los ríos, aislando a miles de comunidades y cortando el acceso a bienes y servicios esenciales. Estos eventos revelan cómo el cambio climático no solo está alterando el ciclo hidrológico, sino también agravando las vulnerabilidades existentes en regiones donde los ríos son el principal sustento.  

  1. Aumento de las temperaturas

Las temperaturas medias en la cuenca del Mayo-Chinchipe oscilan ahora entre los 19 °C y los 23 °C, pero las comunidades han observado un calentamiento notable en los últimos años, sobre todo durante los meses más cálidos de noviembre y diciembre. Las zonas de menor altitud presentan condiciones cada vez más tropicales, mientras que las zonas de tierras altas como Palanda y Valladolid siguen siendo más frescas. Estos cambios están perturbando los ecosistemas locales, especialmente las especies sensibles a las condiciones microclimáticas. Algunos cultivos son más difíciles de cultivar en sus zonas tradicionales. Por ejemplo, los productores de café se están trasladando a zonas más altas de las montañas para encontrar condiciones climáticas adecuadas para el cultivo del café.  

En toda la Amazonia, estas tendencias se están acelerando. El aumento de las temperaturas está empujando a los ecosistemas hacia puntos de inflexión críticos. Los estudios demuestran que en regiones como la Amazonia central y los Andes orientales, las prolongadas olas de calor y las lluvias erráticas están provocando cambios en la composición de los bosques, debilitando la biodiversidad y la absorción de carbono. Junto con la alteración de las precipitaciones y la erosión, el calentamiento está remodelando la forma en que las comunidades interactúan con su entorno, desde la elección de los cultivos hasta los medios de vida basados en los bosques.  

Andes El Progreso
Los estudios demuestran que en regiones como la Amazonia central y los Andes orientales, las prolongadas olas de calor y las lluvias erráticas están provocando cambios en la composición de los bosques, debilitando la biodiversidad y la absorción de carbono. (c) Bart Dewaele
  1. Calidad del agua: cómo la salud de los ríos influye en la salud pública 

La calidad del agua del río Mayo-Chinchipe se ha deteriorado notablemente en los últimos años. Entre 2017 y 2021, la Autoridad Nacional del Agua de Perú supervisó 27 lugares de la cuenca hidrográfica. Ninguno obtuvo la calificación de «excelente», y más del 70 % se clasificó como «regular» o «deficiente». Este deterioro se debe a una combinación de una combinación de deforestación aguas arriba, ganadería y falta de infraestructura sanitaria, factores que contribuyen conjuntamente a la generación de residuos orgánicos, sedimentación y contaminación bacteriana.  

Estos desafíos no son exclusivos de la provincia de El Oro. En Santarém, el crecimiento urbano no regulado y la escorrentía de aguas pluviales han provocado un aumento de los niveles de contaminantes en las subcuencas del Amazonas. Las lluvias estacionales intensifican el problema, arrastrando contaminantes a los ríos y acelerando la erosión. La sobrecarga de sedimentos no solo enturbia el agua y degrada el hábitat, sino que también altera la morfología de los ríos, amenazando la vida acuática en toda la cuenca.  

En la cuenca del Mayo-Chinchipe, la disminución de la calidad del agua tiene consecuencias directas sobre la salud humana. Las infecciones parasitarias se encuentran entre los problemas de salud más comunes en la región, especialmente durante las inundaciones o los períodos secos prolongados, cuando es más difícil acceder al agua potable. La sequía de 2024 exacerbó estos riesgos, concentrando los contaminantes y casi provocando el racionamiento de agua en algunas comunidades.  

Este patrón se repite en toda la Amazonía. En las zonas urbanas y periurbanas, la contaminación del agua por aguas residuales, sedimentos y escorrentía agrícola ha provocado que el agua potable no sea segura y que aumenten los costes sanitarios. Esto pone de manifiesto cómo la salud de los ríos está estrechamente vinculada a la salud de las comunidades.  

Una cuenca local, una responsabilidad compartida  

El río Mayo-Chinchipe va más allá de ser una fuente de agua local, es parte de un sistema hidrológico mucho más grande que alimenta al río Amazonas y sustenta la vida en toda Sudamérica. A medida que el cambio climático continúa alterando las precipitaciones, elevando las temperaturas y degradando la calidad del agua, esta cuenca binacional revela el rostro humano de una crisis ambiental más amplia. Lo que sucede en el río Mayo-Chinchipe no se queda en los Andes. El agua que fluye a través de sus bosques, granjas y aldeas transporta tanto los desafíos como el potencial para construir un futuro más resiliente para toda la Amazonía.  

Por eso Join For Water y Protos Andes, en colaboración con cuatro organizaciones socias, están implementando el proyecto CUIDAR (Proyecto CUIDAR), que tiene como objetivo fortalecer la resiliencia socioecológica de las comunidades ante las crisis climáticas defendiendo el derecho al agua, promoviendo la colaboración transfronteriza, protegiendo las fuentes de agua y restaurando los ecosistemas relacionados con el agua.