En el periodo estival, los niveles de aguas subterráneas y superficiales en Flandes suelen ser demasiado bajos. Aunque parezca que llueve mucho, hay un gran estrés hídrico en la región, lo que quiere decir que la demanda de agua supera a la capacidad. Cada vez somos más personas; la producción de alimentos, entre otras cosas, requiere mucha agua, y al mismo tiempo la naturaleza está desapareciendo a favor de viviendas, industria y carreteras, lo que hace que el agua de lluvia no se filtre fácilmente en el terreno.
A esto se le suma que en nuestro país utilizamos muchísima agua, tanto agua directa del grifo en casa como el agua indirecta que es necesaria para elaborar nuestros productos. Así que no solo estamos sometiendo a una gran presión nuestros propios recursos hídricos, sino también los de otros países.
Por tanto, es necesario actuar si no queremos agotar nuestras reservas de agua. Además, en función de qué consumimos y cómo, podemos contribuir a la calidad de vida de comunidades de otras partes del mundo, así como a los ecosistemas en los que viven.
Qué hacemos
- Cada año, lanzamos el reto del agua Water Challenge (www.waterchallenge.be), una campaña de concienciación para un amplio público. Esta campaña tiene varios objetivos: incitar a los participantes a calcular su huella hídrica, informarles sobre la huella hídrica de distintos productos y motivarles a cambiar sus hábitos de consumo.
- También desarrollamos variantes del Water Challenge para empresas y asociaciones con el fin de llegar a más personas aún.